Los animales son tan sabios que saben perfecto cuando van a partir, ellos sienten que ha llegado el momento, pero no es porque lo razonen sino porque lo perciben o lo presienten gracias a sus instintos.

 Aunque no lo crean, ellos se despiden de nosotros, quizá aún sin darnos cuenta. Les contaré un poco la historia de como fue que mi querido perrito Puppy se despidió de mí, sin yo saber que en ese momento me estaba diciendo “gracias”, “ya me voy”, “estoy cansado”.

Una mañana lo dejé con el veterinario porque tenía la respiración muy agitada y rápida, le pusieron un suero y al dejarlo me dio un lengüetazo en la nariz, como hacía mucho tiempo que no lo hacía, en ese momento no lo tomé como una despedida porque nunca imaginé que sería el último momento en el que lo vería con vida. Por la tarde me llamó la doctora para decirme que mi Puppy había entrado en un paro cardiorrespiratorio; y fue en ese momento cuando supe que ese lengüetazo había sido su despedida, y que en ese beso me dejo todo el agradecimiento y cariño que me tenía por todo lo que compartimos durante 16 años.

Los animales aceptan su partida de una forma natural lo que la mayoría de los humanos no hacemos incluso se preparan para ello con serenidad; para los animales la muerte es un proceso natural como el nacer.

Los animales no se angustian ni por la enfermedad, ni por la muerte, no tienen esa gran preocupación que tenemos la mayoría de las personas, como ellos saben que van a partir, escogen el momento perfecto para decir adiós, si ellos sienten que estamos preparados para su partida se irán cuando estemos con ellos, y si creen que lo mejor es irse cuando no estemos, también así lo harán.

Quizá a algunos perros les duela mucho irse y dejarnos, y prefieren hacerlo cuando no los veamos, otros animales quizá pueden esperar a que llegue esa persona especial de un viaje, porque quieren verla por última vez antes de partir hacia el puente del arcoíris.

En algunos casos, el amor que nos tienen es tan grande que, aunque pasen mucho dolor y se sientan muy mal, no quieren partir quizá porque sienten que nosotros no estamos preparados para dejarlos ir. Para que ellos se queden más tranquilos y se puedan ir en paz hablemos desde el corazón con nuestros compañeros animales para decirles que vamos a estar bien y que pueden trascender.

Pensemos que la muerte no es más que un pasaje, y lo único que han hecho nuestros compañeros animales es pasar a la habitación de al lado. Nuestros perritos nos dicen “No estoy lejos solo estoy del otro lado del camino”, y cuando sea nuestro momento nos volveremos a reunir.