La historia de Layla.

Perros Amados es un homenaje a mi perrita Layla, Ella murió el 6 de julio de 2016 y desde entonces tuve el deseo de recordarla y rendirle tributo a todo el amor incondicional que ella siempre me dio.

Layla llegó a mi vida el mes de julio del año 2010, ella caminaba sin rumbo, buscando comida, agua y un poco de cariño, hasta que el destino la llevó a encontrar a mi hija, cuando ella (mi hija) la vio, de inmediato me dijo: Mamá ¡Vamos a llevarla a casa!, nosotros ya teníamos dos perros viviendo con nosotros, por lo que le dije que no, pero no pude negarme a esos ojos tan necesitados de amor y bondad, y finalmente la llevamos a casa para bañarla y darle un poco de comida.

Nuestro plan no era quedarnos con ella, primero solo le dimos comida y un lugarcito donde dormir en lo que buscábamos a sus dueños. Pero parece que su destino era estar con nosotros, ya que nunca pudimos encontrarlos, así que terminamos por tomar la decisión de adoptarla de manera definitiva y así comenzó nuestra historia.

Layla poco a poco fue ganándose mi cariño, ya que siempre fue un perro leal e incondicional, en todo momento ella se mantuvo fielmente a mi lado, en las cosas, buenas y malas me daba su calor, consuelo, compañía y cariño.

En sus ojos yo podía ver que ella me amaba incluso más de lo que yo la amaba a ella, y en los momentos más difíciles de mi vida, cuando yo terminaba triste y llorando, ella me consolaba dándome de lengüetazos en la cara como tratando de limpiar mis lagrimas

El día de hoy me doy cuenta de que ella me escogió a mí, para quererme como solos los perros saben querer. De ella aprendí lo que es el verdadero amor incondicional, un amor completo e inquebrantable, un amor total y entregado.

Como lo comenté al principio, la vida me la quitó en el año 2016, ella falleció de una afección hepática debido a su edad avanzada, pero tanto era su amor por mí que a pesar de que estaba cansada, ella no quería cerrar sus ojitos para no dejarme. Su pérdida fue muy dolorosa para mí, todavía al día de hoy la recuerdo con mucho amor y cariño, como se recuerda a un gran amigo o a un miembro de la familia, porque ella se ganó a pulso ese lugar en nuestras vidas.

Layla, Perros Amados es para ti, en agradecimiento a tantos momentos que pasamos juntas y por tanto amor que me diste durante seis años, siempre estarás en mis recuerdos y en mi corazón. Espero un día aprender a amar como me amaste tú, con el amor incondicional de un perro…