Así como nosotros cuando somos niños, los cachorros necesitan que los eduquen, se les enseñe que está bien o mal, y aprendan las reglas de la vida. Es por esto que los primeros meses de vida son tan importantes en la vida de un cachorro, ya que, durante este tiempo, su madre les enseña el lenguaje canino para que puedan relacionarse con sus pares, y de esta manera, puedan tener una sana convivencia con quien los rodea.
Para que se den cuenta de la importancia de que un cachorro este con su madre, les dará un ejemplo: Un perro adulto se encuentra comiendo, y se le acerca un cachorro, así que el perro adulto le gruñe y le enseña los dientes. Si el cachorro vivió con su madre los 60 días, entonces habrá aprendido de su madre que no se puede acercar, y se irá del lugar mostrando un gesto de paz, lamiendo al aire, levantando una pata delantera y mostrando movimientos de twist en cada ocasión que el otro perro le gruña. Esto es un importante aprendizaje que le servirá sin duda para toda su vida.
Tal como este comportamiento con otros perros que están comiendo, el perro infante adquiere muchos otros conocimientos de gran importancia, que le servirán para sobrevivir en la vida, como, por ejemplo, aprenderá que el agua moja y el fuego quema, y que chocar con las cosas duele, que sabe bien, y que no; todo lo anterior lo adquiere a través del contacto con el mundo externo.
Por la falta de experiencia los cachorros se exponen a diferentes situaciones porque la curiosidad los impulsa a ir a ver qué pasa, pero el miedo que es innato limita esa curiosidad.
La impronta (Imprinting) es un proceso de aprendizaje que se da entre las 5 y 8 semanas, y este se da por medio de lo que el cachorro reconoce del comportamiento de su propia especie, y si esta impronta es deficiente, o peor aún, no la hay, el perro se mostrará desconfiado, agresivo y miedoso con otros perros.
Cuando la madre es buena, se mostrará paciente y será cuidadosa, pero también será enérgica. Algunos dueños de perros malinterpretan cuando una madre es aparentemente violenta con los cachorros, pero en realidad, está educándolos, ella nunca les hará daño, simplemente les esta enseñando como comportarse. Sin ella, los cachorros no podrían llegar a ser unos buenos perros sociales, porque no sabrían como hacerlo y por lo tanto no serian capaces de sobrevivir en manada.
Este artículo, así como todos los que subo a este blog, tiene el fin de darles a conocer información que quizá no sabían, pero es muy importante que en esta ocasión les haga hincapié sobre la importancia de este periodo, ya que de esto depende que un perro sepa como socializar, tenga una sana convivencia con sus pares y tenga una estabilidad emocional. Si piensan adoptar a un perro, asegúrense de que sea después de los 60 días de vida, para que aprendan de su misma especie lo que tienen que saber para toda su vida y sean unos perros más felices.
Algunos de los datos aquí expuestos los documenté del “Manual de Comportamiento Canino” de Roger Abrantes, les recomiendo la lectura de este libro si es que les interesa documentarse más sobre el tema.

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