Es muy común que, en fechas de fiestas decembrinas o en día de reyes, muchas personas decidan regalar a un animal de compañía, sin ponerse a reflexionar que los animales no son objetos, y que, al no considerar bien su adopción, esos pobres animales puedan acabar más adelante siendo desechados y sin un hogar.
De acuerdo con estudios realizados por la “Asociación Animalista Libera” y la “Fundación Franz Weber” se afirma que el 30% de los perros que son regalados en Navidad, es decir, tres de cada 10, acaban en la calle pocos meses después.
Un perro es un ser vivo que siente, sufre y se pone triste, él no sabe porque ya no lo quieren y porque pasa de estar en una casa calientito a estar ahora en la calle muriéndose de frio y teniendo el desprecio de mucha gente que llega a maltratarlos.
Los primeros días, están todos muy contentos con el animal, todo mundo quiere cargarlo, darle de comer y estar con él, pero al pasar los días, y cuando pasa la novedad, ya nadie quiere hacerse cargo del perro, les pesa darle de comer, jugar con él, enseñarle a ir al baño o llevarlo a pasear. El gusto por ese regalo dura pocos días, hasta que se entienden las responsabilidades que conlleva tener una mascota, ahora ya nadie quiere hacerse cargo de él, a pesar de que de que todos en la casa se habían comprometido diciendo que iban a cooperar, y a hacerse responsable de él.
Si bien le va al animalito le dan de comer, y lo sacan al patio a orinar, pero ¿Qué hay de todo lo demás que necesita el perro?… Como una caricia, un paseo por el parque, un baño y que estén al pendiente de su estado de salud, todo esto se queda a un lado.
Poco a poco el perro comienza a presentar ansiedad o depresión, porque los perros son seres sociales que necesitan estar con otros, es decir, necesitan estar acompañados y sentirse parte de un grupo, además de que probablemente esté aburrido y estresado de estar todo el día en un mismo lugar, sin nada que hacer.
Cuando todo esto pasa, muchas familias en lugar de buscarles un hogar nuevo para que otra persona se haga responsable de sus perritos, prefieren una de dos cosas, o llevarlos a una perrera donde generalmente acaban siendo sacrificados a los pocos días, o en su defecto, abandonarlos en la calle donde correrán un gran peligro, porque puede ser atropellado, sufrir de hambre y sed, tener frio o calor y todavía por si fuera poco tendrán que estar esquivando los golpes de la gente a quienes les incomoden y les digan.. ¡Sácate de aquí!
Llevar un perro a casa no es una decisión fácil, ni se debe tomar a la ligera, esta debe de ser una decisión bien pensada y bien planeada, ya que tanto el perro, como los miembros humanos, pueden salir perjudicados si esta decisión se toma sin pensar.
Antes de llevar a un perro a la casa debemos de hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Tengo tiempo para educarlo?
- ¿Somos unas personas pacientes, para aguantar todo lo que un pequeño cachorro va a hacer durante su proceso de aprendizaje?
- ¿Tenemos el poder adquisitivo para absorber todos los gastos que se necesiten como comida, veterinario y medicinas si este llega a enfermar?
- ¿Puedo hacerme realmente responsable del animal?
Y lo último que debemos de pensar, es que este es un compromiso para toda la vida del animal, que puede durar entre 10 a 15 años dependiendo de la raza y tamaño del perrito.
Es muy fácil para algunas personas decir… ¡Si! ¡Quiero un perrito!, pero si no se hace de manera consciente y pensada, lo más seguro es que si por cualquier situación un día se arrepienten y ya no lo quieren, ese pobre animal acabe arrumbado en una azotea o un patio, en la perrera o en la calle, y sintiéndose triste, porque no tiene la capacidad de pensar y entender por qué ya no está con la gente que antes lo amaba, y con quien se acostumbró a estar.
Les recomiendo en verdad que antes de tomar la decisión de llevar una vida a casa, nos detengamos a pensar en todo lo que conlleva, y, sobre todo, pensemos en lo que ellos sufren si un día ya no los queremos en casa y nos deshacemos de ellos como si fueran basura u objetos.
Por último, si ya tomaron la decisión de llevar a un perro a casa, los invito a que antes de comprar, piensen en ir a un refugio y ver si se enamoran de uno de alguno de estos perritos abandonados, ellos se merecen ser parte de una familia, estarán muy agradecidos con ustedes, y siempre les darán mucho amor.

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